Iglesia Cristiana Evangélica en Munro

Su propósito en mi.

“Jehová cumplirá su propósito en mi” (Sal. 138:8).
Dificultades en la senda, sombras en el camino, angustia en el alma y otras muchas cosas más, definen la vida de centenares de creyentes que pasan por la situación de la tristeza por la separación momentánea de quien era su compañía. Ha partido para estar con Cristo, lo cual es mucho mejor, pero, deja atrás a alguien sumido en una soledad incomprensible. De ese modo venía pensando mientras viajaba en mi automóvil desde Barcelona a Vigo, haciendo un recorrido de 1200 Km. Las casi diez horas del viaje se hacían lentas, monótonas, los pensamientos y los recuerdos se agolpaban con fuerza saturando mi mente. Era además el día del aniversario del entierro de mi esposa. Llegó un momento en que detuve el coche en un lugar de descanso en la autopista y, con lágrimas pedí al Señor que me diese la palabra de aliento que necesitaba. Abrí mi Biblia en Salmos. Fue el libro que sirvió de consuelo en los meses siguientes a su partida. Muchos versículos que me fueron de ayuda están subrayados en ella. Pasé las hojas sin saber que buscaba y, no sé por qué, mi vista se detuvo en el versículo escrito al principio, y mientras meditaba en él, el consuelo de Dios llenó mi alma. ¡Que impresionante afirmación! “Dios cumplirá Su propósito en mí”. No debo dudarlo, lo dice y lo hará, es siempre bueno y perfecto. Fue la razón de mi salvación. Dios me buscó y salvó no por mis méritos, sino conforme a Su designio (2 Ti. 2:9). Dios lo cumplió en mí, haciéndome Suyo, cambiando mi vida, trasladándome al reino de Su Hijo. Su propósito es bueno porque Él es bueno. Su obra estará siempre fundada en Su amor. Para cumplirlo dio a Su Hijo a fin de poder llevarlo a cabo en mí. Sé que aún no se ha cumplido totalmente, pero, sigue  llevándose a cabo en mi vida diaria. En el propósito Suyo me permite, a veces, pasar por el valle de sombra de muerte, pero en esas circunstancias sigue estando a mi lado. Será a ojos humanos un camino difícil, aun así, en él se está cumpliendo el plan de Dios. Ninguno de nosotros sabe cuál será para el futuro inmediato o más lejano. En ocasiones, ante situaciones difíciles, queremos hacer prevalecer el nuestro, pero Dios llevará a cabo el Suyo. Puede ser que el que tenga para ti permita que sigas caminando solo en la vida, o acaso tenga dispuesta nueva compañía. Sea cual sea, será una bendición, porque de ese modo cumplirá Su voluntad en ti. No te cierres a la reconfortante vivencia de sentir como conduce tu camino conforme a Su voluntad. Mira el pasado como la experiencia bendecida de Su propósito para tu vida hasta entonces; disfruta del presente como una manifestación de él, y mira el futuro como una etapa nueva, llena de consuelo y amor, sabiendo que en ella Dios cumplirá Su propósito en ti. Y, al final del camino, en el encuentro definitivo con Jesús, podremos, juntos en una reunión perpetua, adorándole, agradecerle porque Él cumplió lo que había determinado para nosotros. ¡Ah, Sí!, vayamos ahora delante de Él y pidámosle que nos permita entender que cada día que viene será la manifestación de Su bendito propósito en nosotros. Apoyado en Su mano puede decirle: ¡Gracias! Porque estás pensando en mí en cada momento y conduciendo mi vida.